domingo, 28 de marzo de 2021

HELENA

Pobre mujer venenosa y de rostro vacío. Pobre mujer, señora, que todo lo abraza, que todo lo atrapa.

Su imagen segura esconde escorpiones vencidos, serpientes luchadoras ya cansadas, agotadas de ir y venir sin ningún camino.


Pobre Helena la tenaz, la valiente, la que todo lo puede...

Con su mente y corazón tomados, su espíritu perturbado, su seguridad falsificada y su interior repleto de nada.

La vi a Helena luchando tantas veces con su lengua bífida en batallas que no existieron y caminos que no se hicieron.


Pobre Helena que vivió tantos conflictos en su vida, en su realidad, esa realidad que sólo sus ojos saltones pueden ver, esos ojos que ya están cansados de ver. Piden auxilio a los vientos silenciosos de la noche oscura.

Pobre y tan amada Helena, la madre, la hija, la amiga.

Pobre y tan amada Helena, la servicial, la esclava, la esposa.


Qué dura es tu coraza Helena, qué difícil entender lo que tus lágrimas hablan.

Qué difícil es interpretar tus engaños.

Qué difícil es bailar contigo sobre las nubles temblorosas que anuncian la tormenta.


Hay un misterio en Helena, una incógnita que te seduce, que te invita a pasar y te desarma, que te contiene y te eleva.

Para verte, para alimentarse, para no envejecer.

Siempre vuelvo a su puerta, para morir y renacer.


Pobre Helena, nutrida de sufrimiento, nutrida de venganza.

Pobre Helena, seductora, con sus pelos al viento.

Pide a la vida otra revancha


Anónimo

martes, 16 de marzo de 2021

Caminante en un mar de nubes

Caminante en un mar de nubes es una obra maestra hecha por el pintor romántico alemán Caspar David Friedrich, obra de 1818. La primera vez que "vi" la pintura la vi con los ojos del corazón hace más de 10 años. Un libro que me encanta la describía y yo me la imaginaba vividamente. Pero nunca he estado en una galería y no sabía que no podía verla en realidad. 

Se describía a un hombre despeinado con bastón parado en una montaña mirando el mar de nubes. En ese momento solo sentí curiosidad de verla de verdad pero terminé el libro y la olvidé. Amaba el libro pero lo perdí, y nunca más pude conseguirlo. Pero este año por fin lo conseguí en formato digital, y cuando llegue a esa parte me acordé del caminante. 

Lo primero que hice fue buscar la pintura en internet. ¡Que belleza! Me gustó más de lo que había imaginado. Yo lo interpreto así; el bastón es la experiencia del caminante, el mar de nubes es el resto del mundo y su propia vida, y la montaña es el tiempo que pasó, sus vivencias y la oportunidad de analizarlo todo desde arriba. 

Por lo menos eso veo yo. Me transmite serenidad. Cuando la vi pensé en que sentiría yo si estuviera parada en la montaña, mirando el mar de nubes. En ese momento sentí que no entendía nada de lo que pasaba ahí abajo. No entendía para nada el inmenso mar de nubes. Pero algo está cambiando en mi, no es casualidad sino producto de trabajo de equipo y perseverancia. 

Todavía no estoy lista para volverme a parar en la montaña, pero cuando lo vuelva a hacer quiero sentir la serenidad del caminante y la paz de entender y disfrutar del mar de nubes. 

Anónimo





sábado, 6 de marzo de 2021

-

Pensaba un poco en como es mi personalidad, mi forma de ser y me dio ganas de escribir en este espacio... Parece gracioso que en la semana me digan que cara que tenés, diferentes personas todos los días en el lugar de trabajo, o en los lugares que frecuento. Conocidos y hasta desconocidos.

Esto es cada vez más frecuente pero me acostumbré y sé que es por no conocerme tan bien creo yo. Se equivocan al pensar que ser serio es ser aburrido, amargo o hasta prepotente en algunos aspectos.

La verdad que no lo veo así ni lo siento así, pero cada uno tendrá su humor y el mío es normal digamos pero poco vistoso. Me considero un buen tipo, gruñón y hasta histérico en algunos aspectos y no lo niego pero también positivo. Me gusta ver como crece una persona que cumple sus metas y me gusta escuchar al que está dispuesto a dialogar.

Observo mucho lo que pasa a mi alrededor y eso es lo que me hace sentir diferente al resto, yo que se... Tengo mi personalidad pero en el fondo soy una persona sentimental sí y de buen corazón. Esa especie de coraza que uno se forma tampoco es de mentira pero esa es mi forma de ser y me gusta. Con el tiempo he ganado sabiduría, experiencia y tomé impulso para saltar vallas que se cruzan en el camino pero nunca fingiendo quien soy.

Es más... una persona me preguntó el otro día si era feliz y le dije que no. Que no era feliz, que mi felicidad va por momentos... que tengo estallidos tal vez por cosas buenas que me pasan o por momentos que a veces vivo pero que no vivía feliz como para contestar que sí lo soy.

Esto que comparto fue un desahogo porque no soy muy expresivo en cosas personales pero esto fue un alivio compartirlo...

Anónimo